El ligue ni siquiera tuvo que esforzarse mucho: esta perra sólo estaba esperando a que la follaran. Con semejantes tetas, los propios machos se agrupan en torno a ella. Ni siquiera parecía sorprendida de que le estuvieran tirando los tejos. Qué perra, ¡yo también me corro sobre ella!
Eso es lo que pasa con las damas maduras, no se hacen las difíciles. Todos sus caprichos están en el pasado. Por eso follar con ellas es un placer. Dijiste en el culo - estarán en el culo, dijiste en la boca - ¡se lo tragarán con las pelotas!