Digámoslo así. Cada hombre se merece la mujer que tiene. En este caso, el marido es un holgazán. La mujer trajo al cabrón y en lugar de echar inmediatamente a la esposa y al amante de la casa, se limitó a decir unas frases de objeción que no tenían ningún peso entre esos dos. Una humillación aún mayor fue cuando, después de que su esposa había sido follada, cogieron y salpicaron de semen la cara del marido y éste volvió a dar una bofetada.
Con unos pechos como los de esta morena y el conocimiento de la lengua francesa, no tiene que trabajar. Los hombres maduros como ella le proporcionarán tanto entretenimiento como dinero. Creo que este perro correrá la voz sobre esta perra a sus amigos después de haberla follado por todos sus agujeros. ¡Ahora la leche corre por su cara como un río!
nada, ¡¡¡escribe juntos!!!